En realidad...estoy contando el 14/12/07

Me fue horrible este año en el colegio, nunca me imaginé que mi flojera pudiese llegar tan lejos. En toda la media he tenido sólo promedios ¡50!, así de mula, así de chanta.
El primer año, en el liceo, la flojera era una cosa global, era una epidemia grotesca y pocos eran los que se mantenían -con fuerzas- alejados de ella. Salí con 5,7.
El año pasado fue el jodidisímo cambio de colegio y ahora se trataba de una cosa de ánimos, tenía una depresión tan grande como 100 evangélicos gritando con megáfono afuera de tu casa, y aún así, me fue mejor que el año anterior (5,9).
Y, este año mi humor estuvo (porque el año ya se nos fue, así de loco) tan agradable, tan choro, estuve tan llena de vida que me encontraba demasiado feliz para tomar un un libro, estudiar mientras pensaba que podría estar haciendo otra cosa que si me llenase. Quise arreglar el tiempo perdido o algo así, mis resultados personales, fueron excelentes, mis resultados académicos, mejor ni mencionarlos.
Además, me tomé las atribuciones de liberarme, de ser yo sin presiones y sin complejos, quise vivir y viví, me lanzé a con todo, me relajé, respire, me conocí aún más, conocí mi entorno, abrí los ojos con tuti.
Por otro lado, quizás, medio inmaduro de mi parte, pero que tienen gran peso, por ende gran influencia en mis estudios fue por todo esto de las presiones, que me desagradan con cuática y me cuesta, -en realidad no lo acepto-, estudiar algo que no estudiaré nunca más en mi vida, no andaré tocando flauta por la vida, ni haciendo la invertida, ni analizando a mis pacientes con inecuaciones o la raíz cuadrada de 1596. Tampoco hablemos de PSU, ni NEM, ¡ni mierda!, porque esa prueba es una completa escoria, porque está mal hecha y bla bla, ya tengo claro que me iré a una U privada y les demostraré a todos que puedo ser la mejor psicóloga que cualquiera de una U estatal que obtenga 800 puntos y yo con mucha cuea' 500.
Es que tengo un problema bien grande con la educación de éste país y me cuesta separar las cosas, en realidad, me cuesta aceptarlas.
Como sea, en estos días no me he estado tirando los ovarios, sino que, estoy trabajando en la zapatería de mi abuelo envolviendo zapatitos en papel de regalo. Lo penca es que el 98% de mi sueldo (de dos semanas) está destinado a el celular nuevo que me compré (porque hace 3 meses se me perdió el mío), así que con mucha suerte me quedo con cinco luquetiz.