lunes, 29 de octubre de 2007

Y pensar que cuando me preguntaste de que se trataba mi cuento, sorprendida me preguntaste:
- ¿Segura que no leiste mi cuento?
A lo que yo sonreí negándolo, -Síp, segura-
-Es que...son muy parecidos, también se trata de un tipo que se vuelve loco y es drogadicto (Entre otras cosas, que prefiero no inventar)(No confió en mi mala memoria, no señor).

Viste, si no importa el tiempo, ni el espacio que tengamos de distancia, tenemos la misma mierda en la cabeza, pero con diferente forma, a que si?
Siempre me ha impresionado el modo en que nos relacionamos y las veces que hemos adivinado el pensamiento de la otra, es como un Don compartido, tan compartido que únicamente podemos utilizarlo entre las dos (!).
A lo mejor pasábamos o sentíamos algo similar cuando se nos ocurrió eso del mino drogo (y lo otro), o nuestra conexión será tan grande, Kathy?

(Sí, el cuento anterior es mío)

Locura temporal

Podríamos suponer que él era un hombre como cualquiera, dicen que tendría al rededor de 23 años, pero que ya ni le quedaban neuronas para recordarlo.
Uzziel vivía con su novia Fiama, ellos llevaban cerca de 5 meses juntos y compartiendo cama hace 2. A todos nos parece algo apresurado, pero la carencia de cariño que este tenía antes de conocerla nos parecería un exceso. Ella sabía comprenderlo al revés y al derecho, sabía que si se mudaba con él podría ayudarlo a dejar las drogas o en último caso drogarse menos.
Ella a sus 20 años, era la que mantenía viva la pequeña casa que solían habitar, era la que trabajaba y prácticamente se encargaba de todo (aún me pregunto como podía hacerlo solo con su suelo de cajera). Tenía una personalidad agradable, era dulce, romántica, inteligente y culta, nunca podría faltarle un tema de conversación, que además solía ser interesante, en definitiva era de esas personas que suelen caer bien hasta con la vista.
Por las calles de la ciudad todos rumoreaban el porque ella se encontraba con alguien tan distinto pudiendo encontrar a alguien con mayor clase, con mayor postura e integridad. Pero Fiama hacía caso omiso a cualquier comentario de ese tipo, decía que sus sentimientos eran profundos y su amor inmenso, aunque la realidad de ambos pareciera grotesca.
Uzziel
, simplemente ya no tenia remedio, no sólo por su insoportable adicción a las drogas, sino por sus constantes ataques de ansiedad y depresivos. Enloquecía poco a poco y en secreto permanente. Sus elecciones cada ves eran mas reducidas: drogas, Fiama o nada, y faltaba muy poco para que se remitiera a la tercera.
Como pareja, no tenían nada extraño, excepto por la locura bipolar que últimamente acompañaba constantemente a él chico. Todo era casual y rápido, tanto que ni su amante alcansaría a darse cuenta y reaccionar frente a los actos de éste.
En silencio él comenzaba a odiar la dulzura de ella, detestaba que Fiama pudiera entregar tanto amor hasta sentirse llena de ello, a diferencia de él, que sabía expresarlo, pero no lograba sentirlo. Estaba asustado, temía olvidarse de a quien llamo alguna vez “amor verdadero” y temía que hubiera alguien más perfecto dentro de su imperfección. Todo esto, le daba vueltas en la cabeza incesantemente, aunque suenen sin sentido, para él comenzaba a ser mas trascendente que la propia heroína. Su cabeza se revolcaba en lo intrascendente hasta llevarlo a la completa locura.
Así, sin pensar más, dejó los besos tiernos (que mas tarde se conviertieron en algo más bien rudos) y los abrazos acalorados hasta idear el plan que -según él-, sería el perfecto para sanar su cabeza.
El miércoles Fiama tenía feriado y Uzziel pasó todo el día entregándole falso amor para que ella no sospechara ni 5 segundos.
A las 21.30 cenaron una sopa de pollo que sobraba hace cuatro días y se fueron a la cama donde ella le entregó sus más puros y sinceros sentimientos, mientras él apenas fingía un orgasmo. Se dieron media vuelta y él observó el reloj por última vez, eran las 2.17 a.m. Se aseguró que estuviera dormida, se levantó silenciosamente de la cama, fue a la cocina y tomó el mismo gran cuchillo que ella había utilizado para cortar el pollo y sin piedad y con una fuerza inminente le cortó el cuello a quien le juraba amor eterno.
Observó con una sonrisa nerviosa en los labios el cuerpo que yacía en el lado izquierdo de la cama y la cabeza bajo sus pies.
No se preocupaba del tiempo, porque sabía que habría de sobra. Pensó en descuartizar el cuerpo y guardarlo en el viejo baúl que tenían en el living y lanzarlo al pantano que se encontraba a unas cuadras, pero ¿no sería extraño andar paseando por la calle con un baúl tan grande, en dirección al pantano?
Ahora se odiaba por no haber pensado en como deshacerse de Fiama antes, pero pensaba que con la adrenalina en el cuerpo pensaría mejor, ahora la idea lo ponía más irritable que cuando sentía “angustia”.
Cerró los ojos un par de segundos y al abrirlos se dio cuenta de que el cuerpo ya no estaba. Sintió como si su corazón se hubiera detenido, la sangre se hubiera vuelto azul y el sudor recorriera su cuerpo como si fueran pequeños pedazos de hielo. Con completo desenfreno golpeaba las paredes, mientras buscaba una explicación, estaba en completo shock.
Con la respiración agitada se tomo la cabeza, mientras se agachaba y lloraba sin consuelo. Se paró y dirigió valientemente la mirada a la cama una vez más y vio que estaba igual de inerte que antes. Explotó en risa, ya no entendía nada desde hace mucho.
Se dio media vuelta en dirección a la cocina y la ve cocinando la misma sopa de pollo del martes, tarareando canciones, sonriendo, mientras el se acercaba para matar el espejismo. Lentamente avanzaba con una botella de whiskey que había encontrado en la mesa, tres pasos más y el alcohol estaría en el piso, decididamente la golpea, pero se da cuenta de que sólo le ha dado al aire. Corre a la pieza y el cuerpo, sigue intacto, lo único que ha cambiado ha sido el paisaje, estaba amaneciendo, la sangre estaba cada vez mas esparcida por la habitación y el olor cada vez era mas insoportable.
Uzziel cada vez mas desesperado ya no sabia que era real y que era producto de su locura. Ahora sólo quería cerrar los ojos y abrirlos viendo a quien creyó no amar, a quien imaginó más capaz que él, pero era lo suficiente tarde para volver a atrás.
A pasos acelerados se acercó a el velador, no precisamente a ver el inquietante reloj, sino a sacar su jeringa que no había sacado desde que comenzó su locura temporal.
Ya sabes, nada del otro mundo, los drogadictos nunca han muerto tristes, aunque las horas que hayan pasado antes, sean las más torturantes.
Hubiera sido un crimen perfecto si no hubiera enloquecido, pero fue más que eso, fueron dos por uno.
Un mes y medio más tarde los escasos vecinos no dejaban de quejarse por el apestoso olor, hasta que la policía descubre los cuerpos.
En la autopsia, estaba todo claro, Uzziel había muerto por sobredosis y Fiama no precisamente decapitada, ha muerto intoxicada.


domingo, 28 de octubre de 2007

Insomnio con calor amargo

Dime que solo es miedo a que sea muy correspondido, que sólo es un exceso y no ausencia.
Que no ha sido de esos minutos que se tiran a la basura sólo por cansancio a la monotonía, que podemos detener, reparar y regresar. Por eso, quiero mas tiempo porque yo ya no le tengo miedo a los buenos recuerdos con olor, sabor y textura a polvo o medicina añeja (esa que a veces tiene solución y otras no).
¿Entonces, quieres probar?

sábado, 27 de octubre de 2007

Irreal


Una sonrisa fingida y la mente distorsionada.
Ojos esforzadamente abiertos y ojeras raramente opacadas.
(Notése la cara de "enferma")

viernes, 26 de octubre de 2007

Acabo de congelar el tiempo...(cambia mis recuerdos)
1...2...3... Se rompió.

martes, 16 de octubre de 2007

Neko~!!

Ya que mi gatita Psiquis se fue en el mes de los gatitos y no regresó más, pedí otro. Es medio extraño, porque cuando llegó mi Tiki Tikosa yo tenía una super asquerosa y dulce tristeza y ella era mi apoyo, mi gatita negra. Y, ahora tengo una super felicidad y tengo un gatito blanco. Llegaron justo al cambio de etapa. Y, mira! voy de extremo a extremo!=)



martes, 9 de octubre de 2007

Porque Tú también eres parte de mí

Tienes 16 años y 133 días
Has nacido en miércoles
En un hermoso día de Primavera
Desde que naciste han pasado: 5977 días
Desde que naciste han pasado: 197 meses
Desde que naciste han pasado: 853 semanas
Cumplirás años de nuevo dentro de: 232 días
Tu signo en el horóscopo chino: Cabra
Tu signo del zodíaco: Géminis
Tu planeta: Mercurio
Tu color: Amarillo, violeta
Tu piedra: Topacio, ágata
Tu número base de nacimiento: 9

lunes, 8 de octubre de 2007

Sonrio por mil

Este último tiempo todo pasa rápido, no me alcanzo a dar ni cuenta cuando mi vida ya ha dado un vuelco.
Estoy feliz, sabes? y si lloro, no te asustes, porque no es que tenga pena, es solo que estoy muy conforme con cada cosa que me pasa y no asimilo esos cambios muy bruscos y repentinos. Tú me entiendes, ¿verdad?
Quiero que sea tan duradero como lo pasado, pero ahora sería al revés.

domingo, 7 de octubre de 2007

lunes, 1 de octubre de 2007

Tarde peluquera.

Un día, nuestra profesora de "no religión" (mientras los otros hacen religión, quedamos nosotros haciendo nada) y psicóloga vocacional de nuestro colegio nos dijo: El próximo lunes traigan planchas de pelo, moños, peinetas y todo lo que puedan, porque siempre vienen muy chascones y quiero verlos peinados.
Así que, ahí estamos, en la sala haciéndonos cosas en la cabeza. Algunas niñas quedaron muy lindas, pero no soportaron el cambio y pronto el peinado se fue abajo.
La situación es bastante ridícula, sobretodo por Kiwi, pero lo ridículo es chistoso.